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El rey de Oro

Si te preguntaran quién fue la persona más rica de la historia, ¿por quién te decantarías? ¿por Bill Gates? ¿por Jeff Bezos? o por Rockefeller, ¿quizás?


A pesar de que esas opciones son bastante respetables y, de hecho, todos ellos llegaron en algún punto de su vida a ser las personas más millonarias de su tiempo, te hubieras equivocado con las tres. Incluso con el que llaman el primer "cienmillonario" del mundo, Jeff Bezos.


Si hablamos de la persona más rica de la historia tenemos que hablar de un personaje que quizás no conozcas, pero que cuyo patrimonio supera a todo cualquier conocido con creces. Se estima que tuvo una fortuna de 400 millones de euros, hasta cuatro veces mayor que la de la persona más rica hoy en día, el fundador de Amazon.


Mansa Musa, también conocido como el León de Mali fue la persona más adinerada, si se ajusta su patrimonio a la inflación, de todos los tiempos.


Gobernó el Imperio de Mali siendo su décimo mansa o rey, además de contar con otros varios títulos nobiliarios que hicieron de él un hombre ya de por sí muy influyente de su época. El imperio de Mali estaba considerado como una de las grandes potencias a nivel mundial y uno de los grandes reinos medievales gracias a sus grandes reservas de uno de los minerales más valiosos de por aquel entonces: el oro. El Imperio de Musa por aquel entonces tuvo una población de unos cincuenta millones y fue uno de los más grandes y longevos imperios africanos.


Mali estaba llena de oro, y eso ayudó en gran medida a Musa, que llegó a controlar el precio del oro en todo el Mediterráneo por sí mismo. Es decir, se convirtió en la única persona de toda la historia que controló el precio del oro. Y es que, de sus dominios provenía la mayor fuente de oro de Europa en el siglo XIV, pues controlaba gran parte de su comercio entre África y Europa.


Musa invirtió parte de su riqueza en la urbanización de la ciudad de Tumbuctú, destacando la Universidad de Sankore.


Puertas de la Madrasa de Sankore. Se convirtió en uno de los grandes centros de conocimiento de la época, atrayendo a miles de estudiantes y religiosos musulmanes. La universidad tuvo que ser reconstruida en el siglo XVI.



Y es que de su fuerte convicción religiosa surgió su gran fama, cuando peregrinó a La Meca en un trayecto en el que dejó muestras de cuán rico era en realidad del rey de reyes. Se aproxima, sin certeza exacta, que le acompañó una comitiva de 60.000 hombres y más de 10.000 mujeres, todos ellos vistiendo ropas de seda y portando cetros de oro macizo. Musa se hizo cargo de tanto los gastos de la procesión como de la manutención de no solo todas las personas que le acompañaban sino de los animales también. Cabe destacar que, salvo esclavos, todos iban en caballo. Además, les acompañaban camellos y miles de heraldos que portaban más oro todavía.


La expedición está datada en 1322 y se dice que duró un año. Además, Musa, como musulmán devoto que era, se registró que mandaba construir una nueva mezquita cada viernes. Además regalaba a los pobres monedas de oro y se gastaba importantes cantidades de oro en souvenirs. Se citó con el rey de los mamelucos durante su viaje y con otras importantes personalidades egipcias.


De esta expedición solamente quedan testimonios orales y algunos pocos escritos, pero sin duda llegó a tener una gran repercusión internacional, hasta el punto de que en el famosísimo Atlas Catalán, Mali era representada por Musa sosteniendo una pepita de oro y una corona dorada.

Representación de Mansa Musa en el Atlas Catalán de 1375, uno de los mapamundis medievales más importantes y famosos.


Quizás la anécdota más impresionante de Musa fue cuando pudo él solo afectó al precio del oro en el Mediterráneo. Sus fuertes inversiones provocaron una hiperinflación que tuvo que ser paliada por prestamistas egipcios.


El legado de Musa perdura hasta nuestros días con numerosos museos, edificios y mezquitas que él mismo mandó construir. Musa pasó a la historia como uno de los monarcas medievales más importantes de la historia de África no solo por su inmensa riqueza, sino por sus esfuerzos por urbanizar su imperio, el cual pudo escribir su nombre en la historia con letras doradas.




Para completar esta lectura, adjunto este breve vídeo, en inglés, que aporta datos adicionales acerca de la vida de Musa.




Fuentes;

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