¿Por qué existen los microestados europeos?
- Diego Muñoz
- 11 ago 2020
- 6 Min. de lectura
Actualizado: 15 ago 2020
Un microestado es un país que o bien tiene una población muy pequeña, o un tamaño muy pequeño. De esta manera, países que a primera vista tales como Islandia, debido a su reducidísima población, pueden llegar a ser categorizados como tal de acuerdo a esta definición.
Sin embargo, formalmente se considera que hay seis microestados europeos, además de los muchos demás que hay fuera del viejo Continente.
Estos son: Andorra, Liechtenstein, Malta, Mónaco, San Marino y la Ciudad del Vaticano.
En conjunto, no son estados aislados de algunas políticas o relaciones con sus vecinos. Por ejemplo, usan el Euro a pesar de estar fuera de la Unión Europea, con la excepción de Malta que sí que es miembro de pleno derecho. Además, Mónaco, San Marino y la Ciudad del Vaticano mantienen sus fronteras abiertas con los miembros de la Unión.
Con todo ello, ¿cómo es posible que hoy en día sigan existiendo microestados en Europa a pesar de todas las guerras y conquistas que se han dado durante toda su historia? ¿cómo es posible que hayan sobrevivido hasta nuestros días?
La historia de de ellas te sorprenderá por su particularidad:

Fotografía aérea de la Plaza de San Pedro, ideada por Bernini en el siglo XVII, considerada una de las obras maestras del barroco y uno de los mayores derroches de la historia de la Iglesia.
La Santa Sede hoy en día es un enclave situado en la ciudad de Roma, pero hace siglos era un basto territorio que se expandía por la península Itálica.
Desde el año 751, cuando un papa se apoderó del título de gobernador del territorio que hasta entonces se conocía como el Exarcado de Rávena hasta la conquista por parte de los lombardos de los restos del Imperio Bizantino en Italia. Existió una disputa por ese poder con el rey de los lombardos y el papa terminó pidiendo al emperador carolingio Pipino el breve, (llamado así por su estatura), para terminar quedándose con el territorio que serían los Estados Pontificios. Más tarde, el hijo de Pipino, un tal Carlomagno, conquistaría a los lombardos y finalmente sería coronado por el papa de la época, el cual renunciaría a sus planes expansionistas.
Y todo siguió su curso hasta que durante las invasiones napoleónicas, se declaró la República Romana, por lo que el el papa fue deportado a Francia. Se tardaron tres años para pactar con Napoleón un tratado por el que le dejara mantener algunos de sus territorios. Por lo que solamente tuvo que esperar a que Napoleón fuera derrotado para conseguir más a través del Congreso de Viena en ya 1815.
Medio siglo después comenzaría el Resurgimiento, animado por precisamente aquella invasión napoleónica que despertó un fuerte nacionalismo en toda la península. Para 1860 ya la mayoría de la unificación de Italia ya estaría casi completa y se finalizaría con la guerra franco-prusiana cuando, tras un último intento de defensa más que insuficiente por parte de las tropas vaticanas, Roma se convertiría finalmente en parte del territorio italiano.
De aquí se abriría un nuevo capítulo que sería la llamada Cuestión Romana, que seria la disputa entre el papado y el gobierno italiano por esos territorios, y que terminaría con el Pacto de Letrán, por el que, en 1929 se acordó, la creación de un nuevo estado vaticano tal y como lo conocemos hoy en día.

Fotografía de Andorra, es el microestado más grande en extensión, y es el único estado soberano del mundo cuyo idioma oficial es el catalán, aunque destaca la presencia del español y el francés.
Mucho más sencillo es el caso de Andorra, cuya historia comienza en 1419 cuando se crean el Consejo de la Tierra, que aguantaría hasta la conquista de Fernando el Católico durante la anexión de Navarra. No sería hasta, otra vez la época de Napoleón, cuando se volvería a reconocer la independencia andorrana, dejando consigo una curiosidad que llega hasta nuestros días, que es que en Andorra existen dos jefes de Estado, por un lado el entonces rey de Francia, hoy presidente de la República y por otro lado el obispo de la Seo de Urgell, siendo estos copríncipes del principado de Andorra.

Fotografía del Monte Titano, centro histórico de la Serenísima República de San Marino.
La Serenísima República de San Marino se constituye como la república más antigua del mundo. Se formó una comuna alrededor del monte Titano y ahí se crearon sus primeras leyes en 1263. La independencia de la pequeña nación ha sido ratificada numerosas veces por papas a lo largo de su historia, incluso por el Congreso de Viena. Desde entonces San Marino es la última comuna autogobernada italiana que perdura hasta nuestros días.
De esta manera, los sanmarinenses solamente han sido invadidos en tres ocasiones, una por Cesar Borgia en el siglo XVI, la segunda por Giulio Alberoni cuando San Marino intentó zafarse la autoridad papal, y la última fue en 1944 durante la Segunda Guerra Mundial. Como curiosidad, la Serenísima República es el único estado en el que ha gobernado una formación política de ideología comunista por medio de la democracia.
Tanto la historia de Mónaco como de Liechtenstein, los dos microestados restantes, son ciertamente similares.

Fotografía de Vaduz, capital de Liechtenstein. El equipo de fútbol local goza del privilegio de poder competir en la liga suiza, a partir de este año en su primera categoría.
En el caso de Liechtenstein se podría resumir en que un noble austríaco compró los territorios de Vaduz y Schellenberg para poder lograr un lugar en la corte del Sacro Imperio Germánico. A partir de ahí nacería el principado de Liechtenstein, que permanecería intacto hasta la invasión nazi a pesar de su neutralidad. Después el diminuto país centroeuropeo formaría parte del Consejo de Europa y del Espacio Económico Europeo.
En 2003 se celebró un referéndum el cual al ser aprobado dotó de enormes poderes al monarca, más que en cualquier otra nación europea, incluyendo, entre otros privilegios, la potestad de disolver el gobierno.

Fotografía del Casino de Montecarlo, construido en 1863, y convertido como uno de los grandes atractivos del principado junto con el Gran Premio de Formula 1 o el Rally de Montecarlo.
Por último, Mónaco, cuya independencia no se materializaría hasta ya el Congreso de Viena. Hasta entonces, el territorio fue propiedad de los Grimaldi y un protectorado del Reino de Sardinia, sin embargo, hasta su reconocimiento a nivel internacional, gracias a Honorado II, Mónaco logró el reconocimiento de su independencia en España y Francia ya en el siglo XVII, logrando su independencia permanentemente salvo durante la Revolución Francesa.
El principado de Mónaco fue una monarquía absoluta hasta la "Revolución Monaguesca", a partir de la cual se aprobaría la primera constitución del país, que controlaría el poder del príncipe.
Desde entonces, Mónaco ha ingresado en las Naciones Unidas y depende militarmente de Francia.
A pesar de que técnicamente es cierto que solamente existen los seis microestados que se mencionaron al comienzo de este artículo, hay una gran mención especial de la que posiblemente no estuvieses al tanto

Miembros de la Orden de Malta, formada por caballeros hospitalarios desde el siglo IX.
La Orden Soberana y Militar de Malta, una orden católica laica la cual probablemente suene a antigua e incluso medieval, sin embargo y aunque no lo creas es un observador permanente de las Naciones Unidas y posee embajadas en más de cien estados en la actualidad. ¿Cómo es esto posible?
La Soberana Orden Militar y Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, de Rodas y de Malta fue fundada durante las cruzadas por comerciantes amalfitanos en el siglo IX. Comenzó instalándose en la isla griega de Rodas para ya en el siglo XVI instalarse en Malta tras el ataque de Solimán el Magnífico a la isla helena. La isla fue cedida por Carlos I, dejando a los caballeros hospitalarios el arrendamiento de la isla. La isla tuvo planes expansionistas los cuales serían facilitados por la armada francesa, aunque sin ningún éxito.
La situación seguiría así hasta que Napoleón conquistara la isla de Malta y se la cediera posteriormente a Inglaterra. Tras la paz de la Guerra de la Segunda Coalición, se firmó un tratado por el que se debería de reponer la autoridad de la Orden de San Juan en Malta, sin embargo Inglaterra se negó a ello. Por lo tanto, los caballeros del a Orden de Malta se refugiaron en San Petesburgo. El zar fue elegido como nuevo Gran Maestro de la Orden hasta que los intereses del papado chocaron, pues se negaban a que el Gran Maestro fuera ortodoxo.
La Orden finalmente tuvo que trasladarse a Roma y ahí mismo perdura hasta nuestros días.
Por último, la historia de la República de Malta obviamente está ligada a la de la Orden de los caballeros hospitalarios. Tras la ocupación de Napoleón se generaron muchas revueltas en la isla. Los británicos apostaron por ceder recursos a los isleños hasta la rendición francesa. La isla a partir de entonces sería parte de la Corona Británica.
Malta se independizó en 1964, aunque siguió formando parte de la Commonwealth. Desde 1979 está libre de bases militares extranjeras, en 2004 se convirtió en el primer y único microestado en ser parte de la Unión Europea y en 2008 aceptó el euro como moneda oficial. Actualmente los idiomas oficiales de la República de Malta son el maltés y el inglés, destacándose también el italiano.
Comments